Hoy ha venido a mi mente el gran Ronaldinho, cómo una persona, una sonrisa pudo cambiar a la afición culé después de unos años de sequía y mal juego.
Ronaldinho trajo la alegría a Barcelona, a la liga, al mundo del fútbol. Jugaba para deleitar a la afición, disfrutar jugando al fútbol. Él sólo llenaba los estadios. La afición iba a ver a Ronaldinho, no al Barcelona.
A nivel de títulos, trajo 2 ligas y una Champions League, pero, sobre todo, trajo una sonrisa que será muy difícil de olvidar.
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